Los Mitos de la Soledad
de Edgar Malaver Narro
(Reseña)

 

Fecha: noviembre, 2024

Autores:

_ Arévalo Infante Maritza

_ Juarez Cabellos Fabrizio Moisés

_ Revilla Estrada Corely Jharaly Jhanel

 

El poemario “Mitos de la Soledad” de Edgar Malaver Narro es una recopilación de dieciocho poemas que está dirigido hacia el público en general, hoy hablaremos de cuatro de ellos dando una apreciación de lo que este autor nos viene a ofrecer.

Cada vez que nos deleitamos con poesía, nos olvidamos de nuestros problemas, para el autor, leer, leer y leer te transporta, no tienes que entender y analizar literalmente cada palabra, porque por algo la poesía se talla en su simpleza, en sus pocas palabras se encuentra la belleza de lo más profundo que puede albergar un corazón.

Hay belleza en cada detalle cuando se la sabe apreciar, exclama Edgar: “el mundo podrá no tener poetas, pero la poesía se paseará ante nuestros ojos por doquier en la soledad, en un amanecer, en los atardeceres, en el cielo, en cada estrella (…) en un último aliento”. Por ello, iluminar con poesía nuestras miradas con el fin de ver el mundo con los mismos ojos, pero diferente panorama; es el placer de sobrellevar la vida con un sentido único y diferente.

        Caminamos aquella tarde
        acompañados por nuestros sueños recién planchados
        para relucir
        Al tiempo le cambié un verso por una hora
        y nos obsequió tiernamente en los caracoles su sonrisa
        No nos sobraron palabras
        quizás llenabas más aprisa los espacios de tu vida
        los míos escondidos en cada una de tus señales
        naufragaban al respiro de las últimas luces en la arena
        Cómo mentí
        aquella tarde que cambiaste los caminos santamente rutinarios
        Cómo cambié aquella tarde / 
        que rompiste los mitos de la soledad.

(Malaver, 2001, p.7)

 

En este poema el autor negocia con el tiempo, ofreciendo su propia creación poética a cambio de pasar una hora más con la persona que ama. A través de la metáfora de la “sonrisa en los caracoles”, afirma que el momento presente, al estar juntos, está lleno de alegría. El verso alude el instante del comienzo, plasmando metafóricamente el inicio de una etapa que marca un antes y después por relucir. Menciona, con tan pocas palabras, el hito exacto del cambio donde difumina la soledad con la compañía, haciendo presente el sentimiento de la soledad, lo que piensa de esta y, además, lo que cambió tras recorrer “nuevos caminos”.

Ser capaces de reconocer algo que se sabe será un hito en las etapas de la vida, con la figura literaria usada, el autor trae la magia de los sentimientos que acompañan a la realidad del momento. Calificamos como profundo la negociación de algo que el autor aprecia tanto, por una hora, mostrándose satisfecho con lo recibido. Apreciando la compañía de ese “alguien” que implícitamente menciona. Además, el poema termina con un verso muy directo que deja mucho que pensar, dando a entender que los pensamientos y las emociones están bien, pero también el cambio es parte de aceptar nuestros propios sentimientos.

Puede ser confuso quizá el interpretar “y nos obsequió en los caracoles su sonrisa”; ya que, al tratarse de poesía, el autor se inspiró en algún momento personal de su vida, nos preguntamos si tal vez solo la persona o la inspiración en cuestión entendería lo de “los caracoles” y al final al momento en el que escribe directamente “…que rompiste los mitos de la soledad”. Al ser esta la frase que da vida al título del libro, nos cuestionamos ¿Qué es lo que pensaba o creía de la soledad?, ¿cómo es que cambia de pensar repentinamente? ¿Quién inspiró estos versos? Y ¿tendría acaso una musa?

 

        La calle almacena paralítica mis lágrimas
        La línea gorda me sabe tantas esperas
                   Mira a lo lejos la luna
                                                    El olvidado silencio

        La lluvia hipnotiza la noche
                    en un párpado la casa del recuerdo
        Los pinos afuera secuestrados a la sombra
        entre los brazos del agua
                                                las horas arrancan mis lágrimas

        una a una / tú no llegas

((Malaver, 2001, p.18)

 

Este poema habla de la tristeza y la espera. La calle y la luna representan la soledad, mientras que la lluvia y los pinos reflejan recuerdos del pasado. Las lágrimas muestran el dolor de esperar a alguien que nunca llega, lo que hace que el tiempo pase lento y lleno de tristeza. Es valioso como transmite de manera sencilla, pero profunda, la tristeza y la soledad. Usa imágenes cotidianas como la lluvia y la luna, para expresar la espera dolorosa y la ausencia, logrando una conexión emocional con el lector a través de sentimientos universales como la pérdida y la melancolía.

El poema nos hace reflexionar sobre cómo la espera y la esencia pueden marcar profundamente nuestras emociones. ¿Cuánto tiempo podemos aguardar a alguien que no llega sin que el dolor nos consuma? También plantea la cuestión de cómo los recuerdos y el pasado, como las expresiones "la casa del recuerdo" o los "pinos secuestrados," pueden aprisionarnos emocionalmente. ¿Hasta qué punto permitimos que la tristeza moldeé nuestra percepción del presente?

 

        La vida en esta cama
        no es puro ni más que un mapa de conceptos
        donde la lluvia tiene que quedar fuera.
        Nos tocamos en una mirada aquella noche
        sabíamos que pereceríamos al color de la luna
        Tú no hablaste nada
                                    - quizás no lo necesitabas -
        yo posaba lo mejor de mí
        entre los escondites de los años venideros
        Las puertas cambiaron
        también las llaves a las que seguimos
        un retrato entre las mesas
        - quizás lejanas no hubieran muerto
        entre nuestras pesadillas
                                        casi perennes por febrero
                             o los angustiosos felices diciembres –
        Pero todo cambia y nosotros cambiamos
        ya no ante la luz escondida
        ni en los parques que memorizaron nuestras sombras.
        Hoy caminamos coleccionando llaves
        entre nuestras palabras que se tienden
                                                    - a cada hora -
        al paso del tiempo en las hojas
        que huyen impresas a nuestro recuerdo.

((Malaver, 2001, p.5)



Nos habla de la nostalgia y el paso del tiempo, en cómo la vida puede ser comparada con un “mapa de conceptos” donde todo cambia constantemente. Menciona momentos de silencio y la sensación de que no era necesario hablar, lo que puede reflejar una conexión profunda entre las personas. Más allá de las palabras, nos muestra que podemos comunicarnos solo con gestos y miradas; además, se menciona cómo las cosas cambian y cómo lo hacen. Hay elementos que permanecen constantes en los versos, esto hace referencia a que como personas nosotros podemos mejorar, pero sin perder nuestra esencia ni dejar de ser nosotros mismos.

Calificamos como auténticas las expresiones de las fechas que manifiesta, dándonos referencias y nociones de tiempo del que emana la inspiración, la intención del mensaje refuerza la idea de la inevitabilidad del cambio y la transformación en nuestras vidas, por eso podemos percibir una reflexión melancólica sobre el tiempo, la memoria y la forma en que los recuerdos y las experiencias se transforman con el paso de los años.

           

        Deja que mi pecho te acoja
        como el invierno a los vientos que naufragan

        Los papeles a la sombra
        más cuerdos después de una mañana cálida
        te tienden figurines /     póster a la carta


        Anda ese color sé te gusta
        entre los autobuses que se asoman ante tus palabras
        y cortan el vidrio a los espejos

        Sé mi corazón enlatado también te gusta
                                               está en los casilleros altos
        Anda que ya llegó el crepúsculo y
        en él se han esparcido todos los cajones

((Malaver, 2001, p.11)

 

Estos versos nos hablan de una acogida: “como el invierno a los vientos que naufragan”, dando a entender que la posibilidad de encontrar refugio a pesar de la desolación de naufragar en la soledad, es en sí una luz de esperanza. También resalta estaciones que relaciona el autor con los pensamientos y las emociones que cada una significan. Indirectamente reclama la agradable compañía de alguien, y pronuncia la esperanza que encuentra en los instantes que comparte con quien rompió los mitos de la soledad, resaltando ilusión.

La manera en cómo relaciona los hechos mediante metáforas que adornan sus recuerdos, cómo al mencionar peticiones en sus versos para persuadir, logra crear una mezcla de admiración y confusión, que, por las palabras que usa y la intención que quiere lograr, convierte al poema en un claro momento de esperanza en medio de su tema central que abarca una ligera contradicción.

Leer estos versos nos lleva a preguntarnos por qué el crepúsculo y los cajones, con estas líneas meditamos acerca de la remota posibilidad de convertir la absoluta soledad en ilusión, tan solo con el poder de los recuerdos que acompañan las anécdotas más especiales que vivimos. La expectativa de volver a sentir lo que traen los recuerdos, hace que reflexionemos sobre los momentos que pasamos y lo que estamos dispuestos a hacer para añorar y hacer de nuestra vida momentos memorables.  

En conclusión, saber apreciar la poesía es saber ver la belleza abstracta; ya que, al fin y al cabo, mirar dentro de nosotros mismos es la clave para entendernos, y el poemario que nos presenta este autor es una recopilación de los mejores versos que personalmente rescata para que todo aquel que lo lea, sienta el poder de los sentimientos que solo la poesía puede plasmar en palabras. Vive, no lo analices, solo disfruta cada metáfora mientras tu mente te traslada, y sonríe de la anécdota que te obsequia el recuerdo.

 

Referencias

Malaver, E. (2001). Mitos de la soledad https://edgarmalavernarro.blogspot.com/2006/07/mitos-de-la-soledad.html

 

 
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